El próximo día 15 de diciembre verá la luz un nuevo libro de fotografía antigua editado por el Archivo Municipal.

El nuevo ejemplar, fruto del trabajo en equipo de María José Sánchez Uribelarrea, Fernando Micó Sánchez y Rafael Piqueras, pertenece al “Proyecto décadas”, surgido en 2015 con la finalidad de publicar una colección de libros de fotografía de las décadas comprendidas entre 1900 y 1960.

El objetivo no es lanzar un libro de fotografías convencional, sino insertar con cada imagen información sobre la vida de la ciudad en la década, en sus facetas política, económica, social o cultural. Es por ello del subtítulo de portada, “Imágenes con historia”

Si una imagen vale más que mil palabras, aquí la palabra intenta ahondar en la comprensión de la imagen sin quitarle su protagonismo. El texto, procedente de la información que aporta la rica documentación del Archivo, la abundante bibliografía de la época, o las hemerotecas, pretende llegar al objetivo del subtítulo de Imágenes con historia. También se utiliza la información oral, mediante entrevistas a los propietarios de las fotografías o a representantes de las generaciones más vetustas, para completar la información.

El primer ejemplar de la serie, Almansa 1930-1939, se presentó en 2018. Tres años después, y tras un exhaustivo trabajo de selección fotográfica, identificación, investigación, redacción y maquetación, se presentar el nuevo título, Almansa 1920 - 1929. El no seguir un orden cronológico se debió a la premura de no perder a informantes de los años treinta, cada vez menos, por el paso inexorable del tiempo. El siguiente reto consistirá en editar el ejemplar Almansa 1940-1949, ya en fase de elaboración.

La portada elegida en esta ocasión es toda una declaración de intenciones, sensibilizar a los ciudadanos para conservar el cada vez más escaso patrimonio arquitectónico del pasado, perdido de manera incomprensible como fue el caso de la mejor muestra de modernismo en la ciudad, la conocida como Casa de Correos.

A continuación, una cronología para encuadrar los acontecimientos locales dentro del contexto nacional e internacional. Después el corpus fotográfico, unas doscientas imágenes, que intentan no repetir las ya aparecidas en anteriores publicaciones, con el propósito de intentar reflejar cómo era la vida de la época: rostros, paisaje urbano, trabajo, ocio, política, tradiciones y costumbres y, así, un largo etcétera. En definitiva, instantáneas de la vida de los para algunos abuelos, bisabuelos, o ya más lejanos ascendientes que, de alguna forman, seguirán presentes entre nosotros.