Escribir es un juego, en principio, suele aparece como tal. Pero a la vez es más que un juego. Y es ciera través de éste, a veces, la vida misma puede llegar a transformarse en escritura. Un juego como “preámbulo literario” para aprender y disfrutar sin presión, como una posibilidad que se le puede presentar a la persona que siente la necesidad de decir o intentar comunicar algo desde su propia voz. O al menos, intentarlo. Y para intentarlo hace falta, como en casi todo, determinación, voluntad, método, pero también descanso, alegría, entusiasmo. 

Nosotros nos daremos por satisfechos si conseguimos un acercamiento lúdico y estimulante a la escritura y a la comunicación entre los componentes del taller para que, en adelante, cada alumno pueda emplear estas vivencias, conocimientos e intuiciones en su búsqueda literaria. 

En definitiva, como ya hemos repetido tantas veces, este taller desearía una búsqueda sencilla y, si es posible, agradable a través de la lectura, del juego con las palabras y del diálogo entre sus componentes, seguramente para compartir lo que aún quizá ignoremos y, seguramente, podemos encontrar la aventura de leer y escribir.