¿POR QUÈ?

Escribo

para que el agua envenenada

pueda beberse.

Chantal Maillard

Escribo

para estrenar el amanecer

y bautizarme en el mar cada mañana,

recordar que fui una niña

a la búsqueda de peces en la arena

pespunteada de espuma,

andar por las aceras violáceas sembradas de moras,

patinar con la libertad de los siete

y encontrar diversión en la caída,

hurtar del árbol las cerezas

rutilantes,

farolillos rojos de una fiesta,

seguir con la mirada la mano mágica

abrazada a una pluma,

dejar a su paso un sendero de hormigas,

regar tus lirios y dalias

y aromatizar mis versos con hojas del laurel,

oler los piñones esparcidos sobre la pinaza,

una tarde de junio…


Escribo

para entender la angustia en el cruce de caminos,

estremecerme de nuevo

con tacto hondo del primer beso

y encontrar en mi bolsillo la arena de tu desierto

cantar las herencias recibidas

y llorar las derrotas,

desnudar la mentira y vestir el abandono

perdonarme lo que no hice,

columpiar mis miedos,

rebelarme contra el barro del tiempo,

acercarme a ese yo desconocido

que se esconde tras la niebla,

desvelar ese tú que tú no muestras,

crear un lugar donde cobijarme de esta lluvia que no cesa.


Escribo

para que el agua envenenada no me ahogue

y volver ilesa donde estuve un día

aleteando con la inocencia.


para recuperar lo perdido,

soñar con lo que nunca tendré.



Trinidad Casas Perín

Tercer Premio de Poesía

IV Certamen Literario Universidad Popular de Almansa